dilluns, 1 de novembre del 2010

Horchata de chufas


Lavar bien las chufas en varias aguas para que no tengan tierra.
Cuando estén completamente limpias, dejarlas en remojo en abundante agua fría durante un período de 12 a 14 horas.
Pasado ese tiempo, volver a lavarlas bien, cambiando el agua hasta que salga completamente clara y escurrir las chufas.
Machacarlas en el mortero adecuado, ir echando un poco de agua al picarlas para que no suelten aceite (o pasarlas por la trituradora).
Añadir a la pasta que hemos hecho antes el agua y un trozo de canela en rama, dejar reposar unas dos horas en lugar fresco.
Incorporar el azúcar, removiendo bien para que se disuelva completamente.
Seguidamente, pasarlo por un colador metálico y después por un lienzo fino, previamente humedecido con agua, colocado sobre el colador.
Se obtiene así un liquido lechoso que se pone en la nevera para servirlo bien frío.
La horchata de chufas también se puede servir granizada, helándola como haríamos con un mantecado, teniendo la precaución de remover de vez en cuando para romper los cristales que se forman hasta lograr el granulado deseado.
Con algunas pequeñísimas diferencias, esta es la receta para hacer horchata. De todos modos aconsejamos comprarla hecha en los establecimientos cualificados. A pesar de que actualmente hay horchata congelada y pasterizada, no es como la original ni de lejos, aparte de que es muy importante tomársela en alguna terraza, si puede ser con vistas al Mediterraneo mejor, con unos buenos amigos y un montón de "fartons" para "sucar" en la horchata.
La tradición dice que el nombre le viene de la frase dicha por el rey Don Jaime a la muchacha que le puso un vaso de Horchata "aixo es or xata" (esto es oro, ¡chata!)